Marianela Quotes

“—¿Qué sientes tú cuando estás alegre?
—¿Cuándo estoy libre, contigo, solos los dos en el campo?
—Sí.
—Pues siento que me nace dentro del pecho una frescura, una suavidad
dulce...
—¡Ahí te quiero ver! ¡Madre de Dios! Pues ya sabes cómo brilla el sol.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“En su cerrada mollera no entraban ni podían entrar otras luces sobre el santo ejercicio de la caridad; no comprendía que una palabra cariñosa, un halago, un trato delicado y amante que hicieran olvidar al pequeño su pequeñez, al miserable su miseria, son heroísmos de más precio que el bodrio sobrante de una mala comida.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“La geología había perdido una piedra y la sociedad había ganado un hombre.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“—Antes me formaba yo idea del día y de la noche. ¿Cómo? Verás: era de día, cuando hablaba la gente; era de noche, cuando la gente callaba y cantaban los gallos. Ahora no hago las mismas comparaciones. Es de día, cuando estamos juntos tú y yo; es de noche, cuando nos separamos.
—¡Ay, divina Madre de Dios!— exclamó la Nela, echándose atrás las guedejas que le caían sobre la frente. —A mí, que tengo ojos, me parece lo mismo.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Pero tú y tus amigas rara vez os acercáis a un pobre para saber de su misma boca la causa de su miseria... ni para observar qué clase de miseria le aqueja, pues hay algunas tan extraordinarias, que no se alivian con la fácil limosna del ochavo... ni tampoco con el mendrugo de pan....”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“-Agur -murmuró Celipín, poniéndose en marcha.
Desapareció entre las sombras de la noche.
La geología había perdido una piedra y la sociedad había ganado un hombre.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“—Dime, tonta, arrojándote a ese agujero ¿qué bien pensabas tú alcanzar?, ¿pensabas estar mejor?
—Sí, señor.
—¿Cómo?
—No sintiendo nada de lo que ahora siento.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Para el que posee ese reino desconocido de la luz, estas galerías deben de ser tristes; pero yo, que vivo en tinieblas, hallo aquí cierta conformidad de la tierra con mi propio ser.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“¡Gracias a Dios!, al fin salió esa loca.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“No pienses todavía en esas cosas de remontarte mucho, que eres más pelado que un huevo—le dijo ella—”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Don Francisco Penáguilas, padre del joven, era un hombre más que bueno, era inmejorable, superiormente discreto, bondadoso, afable, honrado y magnánimo, no falto de instrucción.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Un soplo, un rayo de luz, una sensación bastarían para animar la hermosa piedra, que teniendo ya todas las galas de la forma, carecía tan sólo de la conciencia de su propia belleza, la cual emana de la facultad de conocer la belleza exterior.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Si no puedo trabajar. En cuanto cargo un peso pequeño, me caigo al suelo. Si me pongo a hacer alguna cosa difícil en seguida me desmayo.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“La boca de la Nela, estéticamente hablando, era desabrida, fea; pero quizás podía merecer elogios, aplicándole el verso de Polo de Medina: «es tan linda su boca que no pide».”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Pues se me parece a los pensamientos del hombre perverso. Parece que somos la intuición del malo, cuando penetra en su conciencia para verse en toda su fealdad.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Me parece que estoy viajando por el interior de un cerebro atacado de violentísima jaqueca.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“No conozco el mundo más que por el pensamiento, el tacto y el oído.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Soy ciego, sí, señor—añadió el joven—; pero sin vista sé recorrer de un cabo a otro las minas de Socartes. El palo que uso me impide tropezar, y Choto me acompaña, cuando no lo hace la Nela, que es mi lazarillo. Con que sígame usted y déjese llevar.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Fiat lux”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“No hay mal que cien años dure.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“Vamos—dijo el viajero lleno de gozo—, humanidad tenemos.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“—Parece buen muchacho ese Pablo.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“„Căci, cum e cu putinţă să mă iubească văzând trupşorul acesta mărunt, chipul de pasăre, obrazul plin de pistrui, gura lipsită de farmec, nasul mare, părul spălăcit, toată făptura mea, care nu-i bună decât pentru ca toată lumea să-i dea un picior? Cine e Nela? Nimeni. Nela e ceva doar pentru orb.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“„Din casă se ivi un tânăr, statuie din cel mai preţios lut omenesc, gingaş, drept, cu capul neclintit, cu ochii pironiţi în orbite şi încremeniţi, ca nişte lentile expuse într-o vitrină. Chipul îi părea de fildeş, conturându-se cu fineţe; dar, cu toate că tenul îi era suav ca de fecioară, era bărbătesc în mare măsură […]”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“„[…] dar există o plagă şi mai groaznică, pozitivismul de la sate, care preface în stane de piatră milioane de fiinţe, ucigând în ele orice ambiţie nobilă şi închizându-le în cercul unei existenţe mecanice, brutale şi tenebroase. În societatea noastră sunt duşmani înspăimântători, ca speculaţia, agiotajul, metalizarea omului cult, negoţul; dar deasupra tuturor se înalţă monstrul care, pe tăcute, distruge mai mult decât toţi: lăcomia săteanului.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela

“„Vreunul ar fi considerat-o femeie privită prin sticlă de micşorare, iar altul fetiţă cu privire de adolescentă. Necunoscând-o, te întrebai dacă e un progres uimitor sau o întârziere lamentabilă.”
― Benito Pérez Galdós, Marianela